A medida que los hombres y las mujeres llegan a su edad dorada, quienes no duermen bien con regularidad se enfrentan a un mayor riesgo de desarrollar no una, sino dos, graves enfermedades crónicas a la vez, muestra una investigación reciente.
Investigadores de Francia, Finlandia y Reino Unido monitorizaron las rutinas de sueño y el estado de salud reportado por casi 8,000 británicos de 50 a 70 años.
Aunque el nuevo análisis no puede probar causalidad, "en general, los estudios observacionales y con intervenciones sugieren de forma contundente que el sueño inadecuado pone en peligro a una buena salud", concluyó el Dr. Vivend Somers, quien revisó los hallazgos. Somers es profesor de cardiología del Colegio de Medicina de la Clínica Mayo, en Rochester, Minnesota.
Cómo se realizó el estudio
En el estudio, los investigadores observaron primero cuánto dormían los participantes del estudio en 1985, cuando tenían 50 años y estaban libres de enfermedades.
En esa época, más o menos 4 de cada 10 dormían con regularidad menos de siete horas por noche, y casi un tercio dormían cinco horas o menos.
Para la mayoría de las personas, siete horas es el mínimo necesario para un sueño saludable de noche, comentó la autora principal, Séverine Sabia, asociada de investigación del Instituto Nacional de Investigación en Salud y Médica (Inserm) de la Universidad de París.
Su equipo observó cuáles participantes tenían una rutina de sueño de un máximo de cinco horas por noche cuando llegaron a la sesentena y la setentena.
Y en cada etapa, dormir regularmente esa cantidad inferior de horas se vinculó con un riesgo de desarrollar múltiples enfermedades de un 30 a un 40 por ciento más alto, en comparación con dormir siete horas por noche con regularidad.
Entre la lista de posibles enfermedades se encontraban:
la diabetes,
el cáncer,
la enfermedad cardiaca coronaria,
el accidente cerebrovascular (ACV),
la insuficiencia cardiaca,
la enfermedad pulmonar obstructiva crónica,
la enfermedad renal crónica,
la enfermedad hepática, la depresión,
la demencia y una variedad de trastornos mentales adicionales,
la enfermedad de Parkinson,
y la artritis/artritis reumatoide.
Notablemente, quienes dormían cinco horas o menos a los 50 años se enfrentaban a un riesgo un 30 por ciento más alto, en comparación con los que dormían bien, de desarrollar dos de estas enfermedades de manera simultánea. A los 60 años, los que dormían mal experimentaron un aumento en el riesgo relativo de un 32 por ciento. A los 70, el aumento en el riesgo alcanzó un 40 por ciento.
Quienes no lograban dormir lo suficiente a los 50 años también se enfrentaban a un aumento del 25 por ciento en su riesgo de una muerte prematura, en gran medida debido a un incremento en el riesgo de enfermar, encontraron los investigadores.
Sabia reconoció que es posible que dormir mal sea una función de la enfermedad, en lugar de la causa. Pero expresó confianza en que su equipo "usó un método integral para reducir el riesgo de que los hallazgos reflejen el impacto de la enfermedad en la duración del sueño".
Adam Krause, candidato doctoral en neurociencia cognitiva del Centro de Ciencias del Sueño Humano de la Universidad de California, en Berkeley, afirmó que el estudio tiene sentido.
"Estos hallazgos no son demasiado sorprendentes, al mostrar que dormir poco puede predecir una incidencia más alta de enfermedad crónica más adelante en la vida", señaló Krause. "Los procesos del sueño afectan a todos los sistemas del cuerpo, así que una falta de sueño, sobre todo cuando se experimenta a largo plazo, afectará a múltiples sistemas, cuya desregulación crónica puede conducir al desarrollo de estas enfermedades crónicas comunes".
Los hallazgos aparecen en la edición del 18 de octubre de la revista PLOS Medicine.
Más información
Aprende más sobre cómo dormir bien en la Academia Americana de Medicina del Sueño (American Academy of Sleep Medicine).
*Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
*Fuente: HealthDay News
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