Estar sentada en el sofá o el escritorio podría aumentar el riesgo de cáncer de mama, según un nuevo estudio genético.
Las personas que eran más propensas a participar en actividad física debido a su ADN tenían un riesgo un 41 por ciento más bajo de un cáncer de mama invasivo, informan los investigadores.
Investigaciones anteriores también han mostrado un vínculo entre el ejercicio y una reducción en el riesgo de cáncer, pero "nuestro estudio sugiere que la potencia de la relación podría ser incluso mayor de lo que sugerían estudios observacionales", aseguró la investigadora sénior, Brigid Lynch, subdirectora de epidemiología del cáncer del Consejo del Cáncer de Victoria en Melbourne, Australia.
"Nuestro estudio también sugiere que la conducta sedentaria podría aumentar el riesgo de cáncer de mama", continuó Lynch. "El aumento en el riesgo es más alto para los tumores con receptores negativos, lo que incluye al cáncer de mama triple negativo, un tipo más agresivo de cáncer de mama que tiene un peor pronóstico que otros tipos".
En el estudio, los investigadores australianos realizaron unos sofisticados análisis genéticos a casi 131,000 mujeres de todo el mundo, entre ellas casi 70,000 que habían sido diagnosticadas con un cáncer de mama invasivo.
"Los resultados de nuestro estudio sugieren que reducir la duración general del tiempo que se pasa sentada es clave", enfatizó Lynch. "Las mujeres con trabajos sedentarios deben intentar hacer pausas para caminar a lo largo del día, y no comer el almuerzo en el escritorio, sino mejor salir a caminar media hora".
Los hallazgos se publicaron en la edición del 6 de septiembre de la revista British Journal of Sports Medicine.
Usar la genética para determinar los niveles de actividad física previstos de una persona es "más bien controversial", pero estos resultados concuerdan con estudios anteriores que han vinculado el ejercicio con el cáncer usando la conducta reportada por los mismos participantes o monitores portátiles que medían qué tanto se movían las personas, comentó la Dra. Jennifer Ligibel, experta de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (American Society of Clinical Oncology).
"Independientemente de que esto provea o no un nivel más alto de evidencias que en realidad observar lo que las personas hacen en términos de su actividad, y cómo esto se relaciona con el cáncer, pienso que quizá origine algo de debate", dijo Ligibel, oncóloga del Instituto Oncológico Dana-Farber, en Boston. "Ya contamos con bastantes investigaciones que muestran que la conducta sedentaria es un factor de riesgo del cáncer, y esto lo verifica usando otra forma de observar la relación".
La Sociedad Americana Contra El Cáncer recomienda que los adultos hagan de 150 a 300 minutos de actividad física de intensidad moderada, o de 75 a 150 minutos de ejercicio vigoroso, cada semana.
El ejercicio no solo protege de muchos tipos distintos de cáncer, sino que "unos datos emergentes sugieren que la actividad física reduce el riesgo de desarrollar una enfermedad agresiva", anotó Knudsen.
Este estudio muestra cierto beneficio respecto al riesgo de cáncer con apenas 50 minutos de actividad física moderada cada semana, aseguró Lynch.
"También encontramos beneficios de realizar actividad vigorosa durante más de 10 minutos a la vez, al menos tres veces por semana", añadió Lynch.
Más información
La Sociedad Americana Contra El Cáncer ofrece más información sobre la actividad física y el riesgo de cáncer.
*Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
*Fuente: HealthDay News
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