Por lo general, los primeros síntomas de la esclerosis múltiple (EM) pueden pasar desapercibidos durante años antes de que se llegue a un diagnóstico correcto, sugiere un estudio reciente.
Los investigadores encontraron que los pacientes con EM tenían una cantidad de citas médicas superior que la media con médicos de varias especialidades durante hasta cinco años antes del diagnóstico.
Y para la mayoría, estas visitas se debieron a síntomas neurológicos relacionados con la EM, lo que destaca las oportunidades perdidas de un diagnóstico temprano, dijeron los investigadores.
“Encontramos que muchas de las dolencias que llevaron a las visitas de los pacientes eran compatibles con unas primeras recaídas clínicas que no se reconocieron como tal”, dijo el Dr. Bernhard Hemmer, investigador sénior, neurólogo y profesor de la Universidad Técnica de Múnich, en Alemania.
“Recaída” se refiere a los brotes de síntomas que caracterizan a la EM, una enfermedad neurológica causada por un ataque erróneo del sistema inmunológico al tejido nervioso del propio cuerpo.
Cómo suele ser el ciclo de síntomas de EM
La mayoría de las veces, la EM sigue un curso remitente-recurrente, en el que los síntomas aparecen durante un tiempo y después disminuyen, según la Sociedad Nacional de la Esclerosis Múltiple (National Multiple Sclerosis Society). Debido a que el sistema nervioso central se ve afectado, estos síntomas pueden ser muy variados. Entre los más comunes se encuentran los problemas de visión, debilidad muscular, entumecimiento y dificultades del equilibrio y la coordinación.
En los últimos años ha existido un debate entre los especialistas sobre si la EM tiene o no una fase “prodrómica”, un periodo en el que las personas presentan varios síntomas poco específicos antes de que se inicien las características típicas de la EM.
Hemmer dijo que los nuevos hallazgos sugieren algo más: al menos durante los cinco años anteriores al diagnóstico, los pacientes visitan con frecuencia a los médicos por síntomas propios de la EM.
En este estudio, publicado en una edición reciente de la revista Neurology, el equipo de Hemmer examinó los expedientes de seguro de casi 198,000 alemanes adultos, lo que incluyó a 10,262 personas recién diagnosticadas de EM. Los investigadores revisaron las visitas médicas y los diagnósticos de hasta cinco años antes del diagnóstico de EM, y los compararon con el resto del grupo de estudio.
Esta comparación de grupo incluyó a personas con otros tipos concretos de enfermedades autoinmunes (enfermedad de Crohn o psoriasis), y a personas sin antecedentes de trastornos autoinmunes.
En general, el estudio encontró que las personas que al final fueron diagnosticadas de EM tuvieron más citas médicas con diversos especialistas que el grupo de comparación. La mayor diferencia fue en las visitas al neurólogo, pero también visitaron con más frecuencia al urólogo, al oftalmólogo, al ortopeda y al psiquiatra, entre otros especialistas.
En cuanto a los diagnósticos, 43 fueron más comunes entre las personas diagnosticadas después de EM, en comparación con las personas sin enfermedades autoinmunes. Y, dijo Hemmer, habitualmente fueron síntomas que indicaban EM, incluidos problemas urinarios, alteraciones de la visión, sensaciones anómalas en la piel, alteración del movimiento y mareos.
Por qué es difícil el diagnóstico de EM
Es difícil diagnosticar la EM de forma temprana debido, en parte, a que no existe una prueba específica.
“En ocasiones, los síntomas de la EM son sutiles y remiten de forma espontánea sin tratamiento”, afirmó Hemmer. “Habitualmente, estos pacientes no se remiten al neurólogo, o cancelan su cita debido a que los síntomas desaparecen”.
El Dr. Andrew Solomon, neurólogo y profesor asociado del Colegio de Medicina Larner de la Universidad de Vermont, fue el coautor de una editorial que se publicó junto al estudio.
“No hay duda de que el retraso en el diagnóstico es un problema”, dijo, y añadió que los motivos “con probabilidad sean variados”.
En primer lugar, añadió Solomon, “la EM puede parecerse a otras cosas, y otras cosas pueden parecerse a la EM”.
Para el diagnóstico de la enfermedad, explicó, los médicos dependen de los síntomas, no solo de cuáles son, sino del patrón de incidencia, junto con IRM del cerebro, o las pruebas de laboratorio que son capaces de detectar las señales de lesión del sistema nervioso central relacionadas con la EM.
En algunas ocasiones, el proceso incluye la monitorización de los pacientes a lo largo del tiempo, dijo Solomon.
Pero los retrasos generalmente comienzan antes, y algunos pacientes no se remiten al especialista en el momento oportuno, añadió.
La importancia de un diagnóstico temprano
Solomon afirmó que los nuevos hallazgos no descartan la idea de que la EM tenga una fase prodrómica. Algunos pacientes del estudio, por ejemplo, pueden haber experimentado síntomas inespecíficos en algún momento anterior a sus molestias neurológicas.
Los expertos desean saber si de hecho existe un periodo prodrómico, ya que comprender los indicadores más tempranos de la EM podría ser de gran ayuda para obtener un diagnóstico más rápido.
Sin embargo, independientemente de la existencia de la EM prodrómica, cuanto antes se diagnostique la enfermedad, mejor, concluyó Solomon.
Para la EM, hay disponibles varios medicamentos modificadores de la enfermedad, que no solo controlan los brotes sintomáticos, sino que también ralentizan la progresión de la enfermedad. Y el tratamiento temprano puede tener un mayor impacto sobre el riesgo de incapacidad a largo plazo, añadió Solomon.
Más Información
La Sociedad Nacional de la Esclerosis Múltiple ofrece más información sobre el diagnóstico de la EM.
*Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
*Fuente: HealthDay News
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