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Pasar más tiempo al aire libre podría reducir el riesgo de EM en los jóvenes

Actualizado: 17 may 2022

Los niños que están en riesgo de desarrollar esclerosis múltiple (EM) quizá obtengan cierta protección de la enfermedad si pasan más tiempo al sol, sugiere un estudio de tamaño reducido.


Aunque la EM es rara en los niños y los adultos jóvenes, lo que tienen familiares con la afección presentan un aumento en las probabilidades de desarrollar la enfermedad de forma precoz. La exposición a la luz del sol podría reducir su riesgo a la mitad, señalan los investigadores.


"En las familias en que hay varios casos de EM, sabemos que en general hay un riesgo más alto para los individuos de estas familias", comentó la autora principal, la Dra. Emmanuelle Waubant, neuróloga y directora del Centro Pediátrico Regional de Esclerosis Múltiple de la Universidad de California, en San Francisco.


Enfatizó que este estudio no prueba que la luz del sol reduzca el riesgo de EM, solo que podría haber una asociación.


"Si alguien tiene hermanos o padres con EM, entonces quizá asegurarse de pasar tiempo al sol con regularidad podría ayudar a reducir el riesgo de sufrir la enfermedad", planteó Waubant.


La EM es una enfermedad autoinmune que afecta al sistema nervioso central, y provoca síntomas impredecibles, como entumecimiento, hormigueo, cambios en el estado de ánimo, ceguera o parálisis, según la Sociedad Nacional de la Esclerosis Múltiple (National Multiple Sclerosis Society). "La mayoría de los pacientes son diagnosticados entre los 20 y los 50 años.


Parece que hay algo "muy peculiar respecto a la EM y los niños... ¿por qué un niño desarrollaría una enfermedad que en general comienza 20 o 30 años más tarde?", se preguntó Waubant.


Los investigadores teorizan que es probable que se deba a que quizá tengan una mayor exposición a los factores de riesgo, o tal vez un número más alto de genes que podrían desencadenar la enfermedad.


Un aumento de la vitamina D se ha vinculado con un riesgo más bajo de EM, y podría explicar el efecto de la luz solar encontrado por los investigadores. Waubant sospecha que una combinación de que la luz solar aumenta la vitamina D y potencia a las células inmunitarias de la piel resulta protectora.


"Pensamos que quizá no sea solo la vitamina D, sino también el hecho de que hay células inmunitarias en la piel, y estas células inmunitarias se estimulan mediante la exposición al sol, y esto no está relacionado con la vitamina D", aclaró. "Estas células inmunitarias en realidad son células inmunitarias buenas, que ayudan a atenuar la inflamación".


En el estudio, el equipo de Waubant examinó a más de 300 niños y adultos jóvenes con EM, y a más de 500 sin la enfermedad. Los participantes tenían de 3 a 22 años. Sus padres respondieron a preguntas sobre cuánto tiempo sus hijos pasaban al sol en verano antes del estudio.


En total, un 19 por ciento de los que tenían EM pasaban menos de 30 minutos al día al aire libre, en comparación con un 6 por ciento de los que no tenían EM. Además, un 18 por ciento de los que tenían EM pasaban de una a dos horas al día al aire libre, en comparación con un 25 por ciento de los que no tenían EM.


El equipo de Waubant calculó que los que pasaban de 30 a 60 minutos al día al aire libre tenían un riesgo un 52 por ciento más bajo de desarrollar EM, en comparación con los que pasaban menos de media hora al día al aire libre.


Pasar más tiempo al sol redujo el riesgo incluso más.


En comparación con los participantes que estaban en exteriores menos de media hora al día, los que pasaban de una a dos horas al día tenían un riesgo un 81 por ciento más bajo de EM, encontraron los investigadores. Más horas adicionales al aire libre no redujeron más el riesgo, anotó Waubant.


La exposición al sol en el primer año de vida también redujo las probabilidades de EM.

Un experto que revisó los hallazgos no está convencido de que el riesgo más bajo de EM que los investigadores identificaron se debiera solo a la exposición al sol.


"El estudio controló una variedad de variables, como la actividad física, y el ejercicio es beneficioso, entonces, ¿lo que de verdad beneficia es la exposición al sol o la actividad física?", planteó el Dr. Asaff Harel, director del Centro de Esclerosis Múltiple del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.


Harel apuntó que los individuos con frecuencia tienen síntomas de EM antes del diagnóstico.

"Es posible que estos síntomas pudieran evitar que alguien salga al aire libre, lo que sesgaría los resultados", apuntó. "En los estudios de este tipo, esta situación del huevo o la gallina siempre es una posibilidad".


Sara Bernstein, gerente de información de investigación de la Sociedad Nacional de la Esclerosis Múltiple, dijo que la luz solar y la vitamina D ya se han vinculado antes con el riesgo de EM.

"Las evidencias sugieren que una mayor exposición a lo largo de la vida a la luz del sol y unos niveles más altos de vitamina D en sangre se asocian con un riesgo más bajo de desarrollar EM", señaló. "La EM es más común en las latitudes más lejanas del ecuador, y es menos común en las más cercanas al ecuador, un factor que también sugiere la influencia de la exposición a la luz del sol en la EM".


Se necesita más investigación para comprender la relación entre la vitamina D y el desarrollo de la EM infantil, planteó Bernstein.


Los hallazgos se publicaron en la edición en línea del 8 de diciembre de la revista Neurology.


Aprenda más sobre la EM en Johns Hopkins Medicine.


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*Artículo por HealthDay

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