Cuando Ann Alexander se sometió a quimioterapia para tratar el cáncer de mama hace una década, le advirtieron sobre la pérdida potencial del cabello, las náuseas y los vómitos.
Pero a la mujer de 73 años no le dijeron nada sobre los efectos secundarios potenciales de la radioterapia, en concreto de la dermatitis aguda por radiación. Los síntomas pueden ser entre leves y graves, e incluyen picazón en la piel, hinchazón, ampollas y llagas abierta.
"Fue doloroso y aterrador", comentó la residente de Bronx, Nueva York. "Hice todo lo que debía, y acabé con unas quemaduras de verdad malas en la piel. Me habría gustado que me avisaran que podía ocurrir".
Ahora Alexander, que está libre de cáncer desde hace 10 años, aconseja rutinariamente a otras mujeres sobre qué anticipar y cómo afrontar este efecto secundario, como colaboradora de Bronx Oncology Living Daily (BOLD).
Cada año, un 95 por ciento de las personas que se someten a radioterapia para tratar el cáncer desarrollan dermatitis aguda por radiación. Hasta hace poco, esta afección no se entendía bien y no había mucho que hacer para prevenirla.
Todo esto podría cambiar debido a los resultados de dos nuevos estudios, que implican a una bacteria común como culpable, y sugieren que un sencillo tratamiento antibacteriano podría ser la solución.
Cambio que podría impactar los tratamientos de radioterapia
"Sin duda alguna creo que estos hallazgos deberían cambiar la práctica", planteó la autora del estudio, la Dra. Beth McLellan, directora de oncodermatología de respaldo del Centro Oncológico Montefiore Einstein, de la división de dermatología del Sistema de Salud Montefiore y del Colegio de Medicina Albert Einstein, en Bronx.
Hasta ahora, se creía que la dermatitis aguda por radiación era resultado de una quemadura por radiación, pero cuando los investigadores realizaron cultivos de las bacterias antes y después de la radiación en 76 personas que recibían tratamiento para el cáncer, comenzaron a ver las cosas de modo distinto.
Tomaron muestras del interior de la nariz, la piel en el área irradiada, y la piel del lado del cuerpo que no fue tratado por la radiación. Antes del tratamiento, alrededor de un 20 por ciento de las personas tuvieron un resultado positivo de la bacteria Staphylococcus aureus (estafilococo), pero no tenían una infección activa.
Tras el tratamiento, un 48 por ciento de las personas que desarrollaron una dermatitis grave por la radiación tuvieron un resultado positivo de estafilococo, en comparación con apenas un 17 por ciento de las que desarrollaron la forma más leve de la afección, encontró el estudio.
En general, el estafilococo vive en la piel y no provoca ningún problema. Pero la radiación podría debilitar la estructura de la piel, y permitir que la bacteria atraviese la piel, explicaron los autores del estudio.
Muchas personas tuvieron pruebas positivas de estafilococo nasal, lo que sugiere que las bacterias nasales podrían infectar a la piel.
El segundo estudio incluyó a 77 pacientes que se sometieron a radiación. Se les pidió que siguieran la atención estándar (una higiene normal y un tratamiento humectante, como Aquaphor), o un régimen antibacteriano experimental.
Este tratamiento implicó el uso de clorhexidina, un limpiador corporal antibacteriano, y de mupirocina, un ungüento antibiótico nasal, cada día durante cinco días, cada dos semanas, a lo largo de su radioterapia.
Más de la mitad de las personas tratadas con el nuevo régimen antibacteriano desarrollaron síntomas de leves a moderados, pero ninguna desarrolló síntomas graves. Por el contrario, un 23 por ciento de las personas que siguieron el estándar actual de atención desarrollaron unos síntomas graves, mostraron los hallazgos.
"Las personas deberían saber que hay opciones para prevenir la dermatitis por radiación, entre ellas nuestro régimen antibacteriano, y deben preguntar a su radioncólogo si es una opción para ellas antes de iniciar el tratamiento", planteó McLellan.
Ambos estudios se publicaron en la edición en línea del 4 de mayo de la revista JAMA Oncology.
"La dermatitis por radiación es un efecto secundario previsto en muchas personas que se someten a radioterapia para varios tipos de cáncer, uno que puede resultar extremadamente molesto, discapacitante, que quizá interfiera en el tratamiento, y para el cuál no tenemos un estándar de atención para la prevención o el tratamiento", comentó el Dr. Adam Friedman, catedrático de dermatología de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad George Washington, en Washington, D.C.
Las personas que desarrollan una dermatitis por radiación grave tienden a tener estafilococo en las fosas nasales, dijo Friedman, que no participó en el nuevo estudio.
"Utilizar un régimen de descolonización relativamente sencillo limitó de forma significativa la gravedad de la dermatitis por radiación en los pacientes con cáncer, en comparación con los que recibieron la atención estándar para la prevención/gestión", apuntó.
"Se necesita más trabajo, pero dada la simplicidad de esta estrategia de prevención, sin duda la sopesaré en mi clínica de oncodermatología de respaldo en la Universidad George Washington", añadió Friedman.
Más información
La Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society) ofrece más información sobre los efectos secundarios de la radioterapia.
*Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
*Fuente: HealthDay News
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